Y
llegó el frío, poco a poco y para quedarse, otro año más.
Reconozco
que siempre he creído que nuestros mejores amigos/as de cuatro patas
no necesitaban jerseys o abrigos para protegerse del viento ni de las
bajas temperaturas. De hecho, me reía y sentía vergüenza ajena por
cada pobre ángel que veía “disfrazado” en estas fechas.
Suponía
que se trataba de otro “invento comercial” que se había puesto
de moda y se encargaba de ridiculizar y humanizar sin piedad al fiel
compañero del hombre.
Mi
familia perruna siempre han vivido dentro de casa conmigo lo que
significa que tengo la suerte de compartir con ella cada invierno
manta y sofá.
El
hecho de tener que abrigarles al ir de paseo nunca lo vi realmente
necesario, hasta que me dí cuenta, trabajando en una clínica
veterinaria, de la cantidad de pacientes caninos que llegaban
resfriados a la consulta en estas fechas. Una tarde la doctora dijo “
...usted en su casa intenta estar calentito/a, ¿verdad? enciende la
calefacción, o la chimenea, o quizás se quede acurrucado en la mesa
camilla, ¿a qué sí?... y cuando se dispone a salir a la calle, se
pone un abrigo, porque nota el cambio de temperatura y siente frío ,
¿me equivoco?....pues a los animales les pasa lo mismo....esos
cambios bruscos les provocan el enfriamiento...”
Afortunadamente
y hasta el momento, con mis peques no había tenido ningún problema
al respecto, pero desde entonces cambió mi opinión sobre el tema.
Ya
hemos aprendido que los perros tienen la temperatura corporal algo
más alta que la nuestra, y es cierto que el pelaje de algunas razas,
como las nórdicas, les sirve como aislante del frío, en invierno,
y, aunque resulte increíble, del calor en verano.
Sin embargo, su sensación térmica también sufre los cambios y pueden caer enfermos si no tomamos precauciones al respecto. (ej, tos de las perreras, enfermedad vírica que afecta a las vías respiratorias)
Así
como en verano los protegemos de la exposición al sol en horas punta
y nos preocupamos de mantenerlos frescos, en invierno debemos
protegerlos de las bajas temperaturas.
“Si
tú tienes frío, posiblemente, tu mejor amigo/a también lo tenga,
actúa
en consecuencia, es
tu responsabilidad”
Obvia
decir que también vistas con mantas o ropa vieja su lugar de
descanso, de manera que puede sentirse protegidos y mantengan el
calor.
Hay
personas que usan bolsas de agua caliente y mantas eléctricas, desde
mi punto de vista, con ello se sufre un riesgo innecesario, no
podemos olvidar que son perros, y como tales son curiosos y muerden.
En este punto, cada uno sabe lo trasto, o no, que es su peque.
Aporta
vitamina C a su dieta, igual que a ti,les ayudará a prevenir
resfriados. A mis gordas les encanta la mandarina, por ejemplo. Con
mucho cuidado de no abusar, ya que también es muy dulce, y el azúcar
no lo asimilan como nosotros, y sin pepitas, por supuesto, no
queremos que se atraganten. También puedes calentar un poco de agua
con una pastilla o dos de caldo de pollo, sin sal y sin más
condimentos, y echárselo por encima al darles el pienso. Ver entrada alimentos
Y
no, no es una tontería, si tu peque es friolero/a, hazte con un
abrigo para los paseos. Además, las salidas puedes hacerlas más
cortas, pero en más cantidad, si te es posible. Por el bien de
ambos, no os expongáis al frío durante demasiado tiempo.
Son
los cachorros de cualquier raza, los perros de pelo corto (ej galgo,
bull dog) los perros de tamaño pequeño (ej, pincher, chihuahua, )
los abueletes (perros con más de siete años, )....los más
propensos a necesitar esta prenda.
También
los perros de pelo largo (ej. pastor alemán) y de razas nórdicas
(ej, husky) necesitan resguardarse de las oleadas de frío. Si sueles
tenerlos en tu terraza o jardín, por favor, adecuar su caseta no
será suficiente, en la época del año en la que más bajan las
temperaturas dale cobijo, aunque sea adapta el garaje. Su salud te lo
agradecerá.
“Los
perros/as son seres vivos y, como cualquier otro animal, sienten y
padecen”
Mucho
cuidado con los anticongelantes para el coche, al igual que cualquier
otra sustancia tóxica, debes mantenerlo fuera de su alcance y bien
alejado de tu perro/a. Les atrae su sabor dulce y su ingestión puede
ser mortal.
Con
la edad es muy probable que tu peludo sienta dolor en sus huesos y
articulaciones, independientemente de la raza, esta situación
empeora con la llegada de invierno.
Sé paciente si le cuesta más moverse, o va más despacito, tampoco le obligues a bajar y subir escaleras. Y cubre con una manta su lomo y patas traseras, suelen ser las más afectadas.
Deja
siempre a mano una toalla en la puerta principal para que secarle al
llegar a casa se convierte en un ritual.
Existen
cremas específicas en el mercado que hidratan las almohadillas de
forma natural y evitan que salgan molestas grietas y heridas.
Sé
que es una tentación jugar en la nieve, pero cuida sus patas, pueden
quemarse.
La
lluvia tampoco es buena compañera, protege a tu mejor amigo/a con un
impermeable si fuera necesario, y presta especial atención a sus
orejas. Dos de mis peques se pusieron malas porque les entró agua.
No
permitas que beban de los charcos, podrían contraer enfermedades
como la leptospira (enfermedad bacteriana que acarrea vómitos,
fiebre, falta de apetito, depresión...)
Si
observas la aparición de costras o heridas en las orejas y/o el
rabo, ambas zonas más vulnerables, es posible que exista principio
de congelación en ellas, seca sin restregar con una paño limpio y
aplica calor suavemente con la presión de las palmas de tus manos.
Acto seguido llama a tu veterinario de confianza.
Evita que su lugar de descanso esté en zonas donde pueda haber corriente. Tampoco le permitas ponerse demasiado cerca de la estufa o de la chimenea, además de evitar quemaduras, de esta forma también previenes los enfriamientos.
Si
vives cerca de algún lago o río, no permitas que tu mejor amigo/a
corra y juegue por él. Además de poder resbalar y hacerse daño, el
hielo podría romperse y quedar atrapado.
En
esta época reduce al máximo el baño de tu mejor amigo, en primer
lugar, los perros no requieren tanta higiene como los humanos, como
muchísimo se bañan una vez al mes, hacerlo más a menudo, puede
dañar el ph de su piel, y su salud. Cuando lo hagas, usa agua
templada y un champú específico y apto para él/ella, no es nada
conveniente utilizar el de los humanos. Y por favor, asegúrate de
secarle muy, muy bien. Personalmente no los he probado, pero sé que
también existen en el mercado productos para la “limpieza en
seco”.
Ya
me despido hasta la próxima, espero que este post te haya resultado
constructivo.
Que
el frío no afecte a vuestra relación y disfrutéis de mágicos
momentos en la mejor compañía!!
No todos los peludos son tan afortunados de compartir su vida contigo. Acércate a tu refugio o albergue más cercano, y dona esa ropa vieja que ya no usas, edredones, toallas, mantas...seguro que les será de gran ayuda para soportar otro duro invierno.
Acoge, si es posible y aunque sólo sea de forma temporal, a los más necesitados.
No hay acción pequeña, y todo gesto es importante. Gracias!!
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