Cuántas veces hemos dicho “les falta hablar” refiriéndonos a nuestro compi canino, pues bien, a su manera ya lo hacen. Sólo necesitamos aprender a escuchar, igual que ellos con nuestra ayuda aprenden las normas de convivencia humana.
Toda
relación que se precie, ya sea familiar, de pareja o de amigos,
requiere de una buena comunicación para que ésta sea
sana, autentica y feliz.
Antes
de nada, ten muy clara una cosa, tu perro no ladra, gruñe o se queja
por que sí y sólo para molestarte....detrás de cada aullido,
ladrido o gruñido hay algo muy importante que tu mejor amigo te
quiere decir, ya sea “tengo miedo”, “me siento solo”, o
“viene alguien”....
Sea lo que sea, tu amigo más fiel te está expresando un sentimiento, abriéndote su corazón o intentando protegerte...escúchale y no le regañes por querer comunicarse contigo...
Piensa cómo te sentirías tú si no te permitieran expresarte, si nadie te escuchara y cada vez que abrieras la boca te regañaran o ignoraran.
Piensa cómo te sentirías tú si vivieras en un mundo donde se habla un idioma totalmente distinto al tuyo, un idioma que no conoces, nadie te lo explica, nadie intenta entenderte, y además se te culpa y castiga por ello.
Sea lo que sea, tu amigo más fiel te está expresando un sentimiento, abriéndote su corazón o intentando protegerte...escúchale y no le regañes por querer comunicarse contigo...
Piensa cómo te sentirías tú si no te permitieran expresarte, si nadie te escuchara y cada vez que abrieras la boca te regañaran o ignoraran.
Piensa cómo te sentirías tú si vivieras en un mundo donde se habla un idioma totalmente distinto al tuyo, un idioma que no conoces, nadie te lo explica, nadie intenta entenderte, y además se te culpa y castiga por ello.
Tu
mejor amigo no es culpable de no entender qué es lo que quieres de
él, ni tampoco de que no sepas escucharle. Los ladridos, los
gruñidos, los aullidos...sólo son señales auditivas que forman
parte de su lenguaje, una manera más de expresión...como ser vivo
que es no puedes ni debes negar su derecho a expresarse.
Cuando
existen vocalizaciones excesivas es signo de que algo no funciona, ya
sea porque simplemente no comprendes lo que tu mejor amigo quiere
decirte y éste se ve obligado a repetírtelo cada vez más alto,
bien porque se han convertido en una conducta aprendida, como un niño
que al coger una rabieta aprende que consigue lo que quiere.
Recuerda
que en su estado salvaje, el perro, como cualquier otro animal, se
halla en perfecto equilibrio con la naturaleza, no entiende de
fobias, celos, depresiones o estrés...este desequilibrio emocional
lo adquieren con la entrada en nuestro mundo humano, marcado por la
prisa, la competición, la falta de tiempo, el anclaje en el pasado y
los sentimientos de culpa.
Por
supuesto siempre habrás de descartar cualquier dolencia física
acudiendo a tu veterinario de confianza, y si el problema persiste,
deberías plantearte contratar los servicios de un educador - etólogo
canino que sea capaz de ayudaros.
El
listado de señales auditivas que ahora especifico tiene como fuente
el libro “¿Qué puedo hacer cuándo mi perro ladra?” de Turid
Rugaas, adiestradora, escritora y ponente de privilegio a nivel
nacional e internacional, con residencia en Noruega, es además la
fundadora y presidenta de la Asociación Pet Dogs Trainer Europe.
Os
lo recomiendo!! :-)
LADRIDOS
LADRIDOS
Hay
que diferenciar varios tipos
- De Excitación, ladridos más o menos constantes, agudos y de alta frecuencia, pueden estar acompañados de gemidos de impaciencia o alegría. Ejemplo, los ladridos con los que tu peque te recibe cuando llegas a casa, o cuando salís a la calle....muestran felicidad. ¿Cómo vas a castigar a tu peque por se feliz? la felicidad NO se castiga.
- De Aviso, el típico “boof”, con el que tu perro alerta de la llegada de extraños. Si no se lo agradecemos y le comunicamos que tomamos el control, el perro creerá que no le hemos escuchado y entonces comenzará a ladrar.NO castigues a tu perro por hacer su trabajo, es algo innato para él avisarte de la presencia de intrusos.
- De Miedo, similares a los de excitación, altos y seguidos, pero esta vez puede sentirse el miedo del perro en su voz y en su postura corporal (el perro se encoge y se echa hacia atrás, tiene el rabo entre las piernas, puede incluso enseñar los dientes para intentar alejar a la persona, animal u objeto que le asusta.NO castigues el miedo, sólo conseguirás asustarlo más y perder su confianza, simplemente ayúdale a afrontar la situación y usa señales de calma, por ejemplo haz de barrera con tu cuerpo, sitúate entre él y lo que le asusta.
- De Guarda, ladridos breves acompañados de algún gruñido, es por ésto que suele malinterpretarse como agresivos. El perro siente que debe defenderse a si mismo o a algo de su posesión, intentará asustar y alejar a aquello que considera amenazante sacando los dientes, lanzando dentelladas, abalanzándose, y gruñendo..si nada de ésto funciona, puede llegar el mordisco.NO debes castigar a un perro que está en modo de defensa, haciéndolo sólo les darás más razones para creer que debe defenderse. De nuevo, usa señales de calma: mira hacia otro lado, muévete lentamente, y aléjate despacio si eres tú la supuesta amenaza.Recuerda: “perro ladrador, poco mordedor”, un perro que de verdad quiere morderte, no pierde energía gruñendo o ladrando...los perros suelen evitar llegar a una pelea, es el instinto de supervivencia, pero no tientes tu suerte y toma en serio su advertencia.
- De Frustración, característicos de los perros que pasan largo tiempo atados o encerrados, ladridos seguidos, monótonos que pueden acabar en aullido, para volver a empezar.Son los típicos ladridos que a todos los amantes de los animales nos rompen el alma. Suelen ir acompañados de conductas estereotipadas como balanceos, dar vueltas, lamidos excesivos. Todo ello propio de padecer estrés crónico.De nuevo, castigar al perro por ladrar obviamente no es la solución, NO se castiga la desesperanza. Al contrario, lo que hay que hacer es liberarles y darles una vida digna, ser su voz, su bienestar físico y mental es nuestra responsabilidad.
AULLIDOS,
son
más
propios de razas nórdicas, como los husky, pero realmente, al
descender de los lobos, cualquier perro puede aullar. El aullido
suele tener el propósito de pedir
ayuda, comunicarse
y/o reunir a la manada, por ejemplo, cuando un perro aulla en una
casa y lo
perros vecinos también lo hacen, o bien, cuando el animal aulla
porque lo dejas sólo.
GEMIDOS,
ya
hemos visto que pueden acompañar a los ladridos de excitación, pero
también pueden ser una forma en la que tu mejor amigo te indica que
te necesita, bien porque tenga hambre, sed, necesidad de salir...o
porque sienta alguna dolencia física. Es
la forma en la que los cachorros normalmente solicitan la ayuda de su
madre.
GRUÑIDOS,
los
eternos temidos y malinterpretados, suelen asustarnos, pero hay que
verlos como lo que realmente son, un simple
mensaje. Con
ellos el perro solo muestra su malestar, o su miedo, está pidiendo
que la situación amenazante, o que simplemente no le gusta, cese o
se aleje.
NO castigues a un perro por gruñir, "el que avisa no es traidor", si lo haces, la próxima vez no habrá gruñido, pero sí mordisco.
NO castigues a un perro por gruñir, "el que avisa no es traidor", si lo haces, la próxima vez no habrá gruñido, pero sí mordisco.
Es cierto que los gruñidos son una señal a tener siempre en cuenta, pero nada más.
Como
ejemplo cito a una de mis queridas peques a la que le incomoda
especialmente que la cepille y revise después de un paseo por el
campo, mi pequeña gruñona se tira toda
la revisión gruñendo y lamiéndome, señal de que está nerviosa,
se siente incómoda y
me pide que pare.
A pesar de que lo hago con mucho mimo, realizo descansos y la premio para que lo asocie con algo positivo en un intento de que el cepillado se le haga más llevadero, no hay forma. No obstante, puedo asegurar que hasta ahora y con sus 11 añitos, y que sean muchos más, jamás me ha mordido, y sé que jamás lo hará. El gruñido sólo es su forma educada de decir “no me gusta”,“por favor, déjame en paz”, y la entiendo perfectamente. ;-)
A pesar de que lo hago con mucho mimo, realizo descansos y la premio para que lo asocie con algo positivo en un intento de que el cepillado se le haga más llevadero, no hay forma. No obstante, puedo asegurar que hasta ahora y con sus 11 añitos, y que sean muchos más, jamás me ha mordido, y sé que jamás lo hará. El gruñido sólo es su forma educada de decir “no me gusta”,“por favor, déjame en paz”, y la entiendo perfectamente. ;-)
Los
gruñidos también pueden aparecer
durante el
juego, no hay que darles demasiada importancia, sólo
muestran excitación, pero
hay que vigilar cómo
se suceden los acontecimientos y
asegurarse de
que
la situación no se vuelve brusca.
Y
nada más, espero
que esta
breve guía
te sirva de
ayuda para
fortalecer
la relación con tu mejor amigo peludo,
comunicaros
y entenderos
un poquito mejor.
Recuerda
que las emociones no son una ciencia exacta, igual
que
tú
puedes enojarte y al momento se te olvida, tu
peque
puede estar
feliz
jugando contigo o con sus amigos perrunos, y de repente asustarse
porque el juego se ha vuelto demasiado intenso o porque
ha
aparecido en escena algo
que le atemoriza...no le pierdas de vista, es
tu deber como líder en quien confía, observar,
escuchar
y actuar en consecuencia.